¿Me regalas un beso?

Ayúdame a elegir un beso.

Ayúdame a elegir un beso,

a distinguir el dulce del amargo,

pues el primero embriaga y hace preso,

y de tan fácil, no queda, pasa de largo.

Del segundo atrae el reto

de lo sufrido y conquistado,

pues amargo es mi soneto

y como un poema que llora, olvidado.

¿Dónde está ese beso mixto,

mitad dolor y azucarado?

Si lo ves, dile que existo,

que lo sueño aquí, a mi lado.

Ayúdame a elegir un beso,

o regálame tus labios,

que si me besas mi poema ceso,

pues son mi delirio...

O quizás solo deba robarte un beso.


El amor es como Don Quijote:

sólo recobra la cordura

para morir.

Quiereme en mi locura pues mi camisa de fuerza eres tú.