Pecado

Y ella, la chica nueva, era casada pero a la vez tan misteriosa, a él le empezó a llamar la atención.


Su angelical sonrisa y tono de voz, el diario beso de mejillas al saludarse, el roce de manos y esas frases al aire, desencadenaban múltiples sonrisas en él. 


Si tan solo fueras libre o si tan solo me dieras la confianza que se necesita para dar un paso más allá...


¿Esas frases tuyas denotan que él falló o que tú ya estas cansada? 


El amor es como Don Quijote:

sólo recobra la cordura

para morir.

Quiereme en mi locura pues mi camisa de fuerza eres tú.